Tanto tiempo.

Y quizás ya sea tarde cuando quiera voltear a mirar al sol. Quizás lo sea.

La lluvia opacó mi amor, la lluvia me alejó de mis ilusiones y la lluvia me dejó sólo un puñal de sueños sin volar. Y al volver a despertar, volví a mirar por aquella ventana. Aquélla donde solíamos amanecer juntos, aquélla donde compartíamos desayunos, donde compartímos un amor. Un amor, que se murió; un amor, que se dejó morir: ERROR (Que dejé morir).

¿A dónde iré hoy a mirar? Si todo lo que tenía era perfecto. Tus hermosos ojos donde contemplar la belleza eterna de un amor tan puro como el nuestro (fue). Mirarte caminar, mirarte y quedarme paralizada ante la inmensidad de ternura y tranquilidad que me dabas; mirarte, y mirar nuestras manos entrelazadas, y pensar en que ya nada me podía hacer daño, mirar nuestras manos entrelazadas, y las personas pasar. Mirar, y contemplar tu sonrisa que hacía mi vida brillar, que hacía mis días más perfectos. Mirar tu cuerpo, que me hacía delirar, tu cuerpo que me invadía con el calor que sólamente vos pudiste darme y a quién dejé que me lo diera. Nuestro amor que tanto contemplamos, nuestro amor tan 'planeado', tan difundido.. tan perdido por esta mierda mía.

¿Quién me arropará por las noches? ¿Quién me saludará? ¿Quién deseará mis buenas noches? ¿Mis dulces sueños? ¿Quién ahora me abrazará dulcemente hasta dormirme en lo más profundo? Si te dejé ir libre por la vida. Te dejé seguir el camino sin mí. Te dejé volar para que jamás regreses a mí.

Y con el dolor más grande, y con el alma echa pedazos, hoy te digo adios. Adios, y con el dolor perforador. Adios. Adios con mis últimos suspiros de vida y con un vacío ya, muerto. Con un adios tan falso, tan falso, tan difícil, tan humillante, tan desolador, tan desesperado.
Y morir para que vos vivas en la gloria de tus días. Para que vos puedas vivir tal cual quisiste a lo largo de éstos años juntos. Vivir y dejar de estar acosado y atocigado por mis problemas, por mis histérias, por mis berrinches, por todas ésas cosas por las cuales te hice problemas, por las cuales jamás pudiste pasar una noche tal cual quisite (o te imaginaste que puedas).

Y finalizo con mi pluma casi muerta, con mis ojos ya sin fuerzas, con mi vida prendida de un hilo, con nada ya conmigo. Pues todo te lo llevaste tú, todo al cruzar el umbral de nuestra puerta. Cuando te llevaste mi luz, cuando te llevaste mis esperanzas, cuando te llevaste mi vida.

Y la casa, volvío a su tinte oscuro.