domingo, 19 de septiembre de 2010


Mi protector,
observaste con fervor mis movimientos
contempláste con inteligencia
el turbio mar en el que estába sumergida

Mi salvador
Fuiste mi salvador..

con dulces palabras,
sin vacilar y sin dudar en ningún momento de mí
endulzaste la marea donde me encontraba

me dejáste libre de tormentas,
me dejáste en tu regazo cálido
y me acobijaste con tu calor

Con tu luz,
me guiaste el camino
él difícil camino
que conducía a encontrarte

caminé lenta y sigilosamente
y superé los muchos obstáculos
que me impedían llegar a vos

Larga fue la espera,
y jamás perdí las esperanzas
de tener tu corazón

Una mañana, sí
fue una cálida mañana
un 22 de diciembre..

Encontrarte
tal cual te esperé,
tal cual te amé

con tus brazos abiertos,
con tu corazón cálido,
con tu amor, hecho para mí
con mi amor hecho para tí

para entregarnos aquélla mañana
y no separarnos nunca más.

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